ADEMBI: 30 hermosos años
Han pasado 30 años desde el nacimiento y todos los que han formado parte de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Bizkaia - ADEMBI
ADEMBI se ha convertido para la sociedad y, en especial, para sus asociados en algo tan natural que vivimos como si hubiera existido siempre.
Alfonso Castresana
Han pasado 30 años desde el nacimiento y todos los que han formado parte de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Bizkaia – ADEMBI, asociados, trabajadores y todos los que le han apoyado han hecho de ADEMBI lo que es hoy, una asociación cada vez más viva y dispuesta a seguir con la aventura de conseguir lo imposible, pero que es realizable: lo mejor para los nuestros, que lo son todos los seres humanos.
ADEMBI se ha convertido para la sociedad y, en especial, para sus asociados en algo tan natural que vivimos como si hubiera existido siempre. Es difícil para nosotros concebir el mundo de la EM en Bizkaia sin pensar en ADEMBI.
ADEMBI forma parte de nosotros como un amigo que nos conoce, nos reconoce y siempre está a nuestro lado, en silencio, hasta que le necesitamos y acude sin llamarle. Y se hace visible cada día por los trabajadores, los colaboradores, los voluntarios y por todos los que hacen que esta asociación haya llegado a sus 30 hermosos años.
Estamos en la mejor compañía, porque estamos seguros de que siempre nos va a acoger y nos va a dar ayuda, protección y refugio.
El nacimiento de ADEMBI fue una locura humana, porque solo los seres humanos son capaces de hacer algo sin sentido, irresponsable, contra natura, con la única convicción de que servirá para construir un mundo mejor.
Y fueron cuatro personas las que concibieron ADEMBI, María Eugenia Epalza, Begoña Rueda, Begoña Sánchez y Luis Díez de La Fuente, mayoría de mujeres, quizás porque nadie mejor que ellas saben cuidar de los demás, con un médico, Dr. Zarranz, que les empujó al abismo de emprender la aventura.
El empeño era encontrar en su vida y en la de los que les rodeaban ese espacio misterioso del más allá de uno mismo que se abre a que lo habiten los demás. Intentaron crear, movidas de su preocupación, de su afán de ayudar a sus semejantes en la enfermedad, un mundo nuevo de sentimientos compartidos, de colaboración, en suma solidario en la enfermedad. Y lo consiguieron.
[pullquote_left]ADEMBI no puede pararse. Ha de aspirar siempre a más y mejor. Lo va a conseguir con la colaboración de todos vosotros. [/pullquote_left]El éxito ha sido la mejor recompensa para ellas y para todos nosotros y ha superado sus mejores sueños, como ocurre cuando las personas se enamoran de un proyecto y vuelcan su vida en conseguirlo y en hacer que los demás les sigan. Han sembrado una semilla imperecedera que nos han dejado para que la cuidemos. Y sí lo haremos. Nunca les vamos a dejar solos, ni desamparados.
Nunca mejor emplear la palabra “Enhorabuena”, para recordar el momento, la hora maravillosa en que crearon ADEMBI y la palabra “Felicitación” porque trajeron a un grupo escogido de personas por su enfermedad y por su dedicación a ellas, felicidad.
ADEMBI es y ha de ser siempre el punto de encuentro de todas las sensibilidades que se manifiestan en los enfermos y en los que les acompañamos en la vida compartiendo una pequeña parte de las manifestaciones externas de su enfermedad. Su intimidad es inalcanzable y solo viviendo con ellos, peros sobre todo en ellos, podemos entrever lo que ocurre en su interior.
Estamos solos en este mundo, pero podemos acompañarnos y hacer feliz la soledad, porque del encuentro de dos personas que se acercan en el corazón nace una nueva existencia para ambas en el que la soledad ya no les acompaña.
Nuestro compromiso ha de ser siempre el apoyo a todos los afectados. Nadie ha de sentirse sin nuestro apoyo. Y eso solo se puede conseguir, estando a su lado y haciendo todo cuanto esté de nuestra parte para que su vida se realice plenamente. Trabajo no nos ha de faltar y estamos empeñados en ello.
ADEMBI se ha convertido para la sociedad y, en especial, para sus asociados en algo tan natural que vivimos como si hubiera existido siempre.
Alfonso CastresanaHan pasado 30 años desde el nacimiento y todos los que han formado parte de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Bizkaia – ADEMBI, asociados, trabajadores y todos los que le han apoyado han hecho de ADEMBI lo que es hoy, una asociación cada vez más viva y dispuesta a seguir con la aventura de conseguir lo imposible, pero que es realizable: lo mejor para los nuestros, que lo son todos los seres humanos.
ADEMBI se ha convertido para la sociedad y, en especial, para sus asociados en algo tan natural que vivimos como si hubiera existido siempre. Es difícil para nosotros concebir el mundo de la EM en Bizkaia sin pensar en ADEMBI.
ADEMBI forma parte de nosotros como un amigo que nos conoce, nos reconoce y siempre está a nuestro lado, en silencio, hasta que le necesitamos y acude sin llamarle. Y se hace visible cada día por los trabajadores, los colaboradores, los voluntarios y por todos los que hacen que esta asociación haya llegado a sus 30 hermosos años.
Estamos en la mejor compañía, porque estamos seguros de que siempre nos va a acoger y nos va a dar ayuda, protección y refugio.
El nacimiento de ADEMBI fue una locura humana, porque solo los seres humanos son capaces de hacer algo sin sentido, irresponsable, contra natura, con la única convicción de que servirá para construir un mundo mejor.
Y fueron cuatro personas las que concibieron ADEMBI, María Eugenia Epalza, Begoña Rueda, Begoña Sánchez y Luis Díez de La Fuente, mayoría de mujeres, quizás porque nadie mejor que ellas saben cuidar de los demás, con un médico, Dr. Zarranz, que les empujó al abismo de emprender la aventura.
El empeño era encontrar en su vida y en la de los que les rodeaban ese espacio misterioso del más allá de uno mismo que se abre a que lo habiten los demás. Intentaron crear, movidas de su preocupación, de su afán de ayudar a sus semejantes en la enfermedad, un mundo nuevo de sentimientos compartidos, de colaboración, en suma solidario en la enfermedad. Y lo consiguieron.
[pullquote_left]ADEMBI no puede pararse. Ha de aspirar siempre a más y mejor. Lo va a conseguir con la colaboración de todos vosotros. [/pullquote_left]El éxito ha sido la mejor recompensa para ellas y para todos nosotros y ha superado sus mejores sueños, como ocurre cuando las personas se enamoran de un proyecto y vuelcan su vida en conseguirlo y en hacer que los demás les sigan. Han sembrado una semilla imperecedera que nos han dejado para que la cuidemos. Y sí lo haremos. Nunca les vamos a dejar solos, ni desamparados.
Nunca mejor emplear la palabra “Enhorabuena”, para recordar el momento, la hora maravillosa en que crearon ADEMBI y la palabra “Felicitación” porque trajeron a un grupo escogido de personas por su enfermedad y por su dedicación a ellas, felicidad.
ADEMBI es y ha de ser siempre el punto de encuentro de todas las sensibilidades que se manifiestan en los enfermos y en los que les acompañamos en la vida compartiendo una pequeña parte de las manifestaciones externas de su enfermedad. Su intimidad es inalcanzable y solo viviendo con ellos, peros sobre todo en ellos, podemos entrever lo que ocurre en su interior.
Estamos solos en este mundo, pero podemos acompañarnos y hacer feliz la soledad, porque del encuentro de dos personas que se acercan en el corazón nace una nueva existencia para ambas en el que la soledad ya no les acompaña.
Nuestro compromiso ha de ser siempre el apoyo a todos los afectados. Nadie ha de sentirse sin nuestro apoyo. Y eso solo se puede conseguir, estando a su lado y haciendo todo cuanto esté de nuestra parte para que su vida se realice plenamente. Trabajo no nos ha de faltar y estamos empeñados en ello.